CALCULADORA DE RIESGO DE CONTAGIO COVID-19

El principal hallazgo del estudio es que, cuando dos personas se encuentran en un espacio al ventilado sin utilizar mascarilla -como podría ser el interior de una vivienda, una oficina o un bar con las ventanas y puertas cerradas- hablar durante un largo tiempo tiene incluso más opciones de propagar el virus que el toser, una acción que hace encender las alarmas de manera mucho más inmediata. En cifras, los científicos calculan que una conversación ininterrumpida de 30 segundos equivale a un tosido.

La diferencia fundamental entre ambas acciones es que, al hablar, emitimos partículas de saliva mucho más pequeñas que pueden permanecer en suspensión durante un largo periodo, expandiéndose por la habitación. Al toser, sin embargo, las partículas son más gruesas y, por tanto, tienden a caer al suelo o a otras superficies de manera más rápida debido a la fuerza de la gravedad.

LA DISTANCIA INTERPERSONAL ES INSUFICIENTE

Cuando no se usa mascarilla en espacios cerrados, los aerosoles se propagan más de dos metros -establecida generalmente como la distancia de seguridad para evitar el contagio- en apenas unos segundos.

Ya existe un amplio consenso científico sobre el hecho de que la gran mayoría de los contagios se producen en interiores y esa hipótesis se ha confirmado con el brusco aumento de contagios que ha tenido lugar en todo el Hemisferio Norte con la llegada del invierno.

“Nuestro conocimiento sobre la transmisión mediante aerosoles del SARS-CoV-2 ha evolucionado a un ritmo increíble cuando consideras que ha pasado solo un año desde que se identificó el virus”, declara el doctor Pedro de Oliveira, de la Universidad de Cambridge y autor principal del artículo.

UNA APP PARA CONTROLAR LA VENTILACIÓN

Basándose en los modelos de su estudio, los investigadores han creado una aplicación online con el nombre de airbone.cam para gestionar una adecuada ventilación en espacios públicos como tiendas, oficinas o clases. La herramienta ya se está empleando en la Universidad de Cambridge.

Desde este enlace puede acceder a la calculadora: airborne.cam

“Puede ayudar a la gente a realizar acciones mecánicas para mejorar las condiciones y adaptar sus actividades diarias y sus entornos y así reducir el riesgo para ellos mismos y para los demás'', declara Savvas Gkantonas, coautor del artículo y desarrollador de la app.

MEJORAR LA VENTILACIÓN

Podemos comprobar en la calculadora que modificando el parámetro de ventilación de la sala obtenemos diferencias muy significativas en la probabilidad de infección.

Una sala ventilada típica de oficina o escuela renovará alrededor de 14 litros de aire por segundo y si está bien ventilada aumentará hasta 25 litros de aire por segundo y persona.

Las autoridades, de acuerdo con los estudios científicos, han publicado las correspondientes guías de actuación para lograr la ventilación adecuada.

Una de las mejores que podemos consultar es la de la Comunidad de Madrid:

Ventilación, climatización y COVID-19

Es particularmente interesante la sección que describe el uso y características que deben cumplir las unidades purificadoras de aire que incluyen filtros HEPA.

Con la ayuda de estos equipos podemos conseguir caudales de renovación de aire adecuados aún en espacios cerrados sin posibilidades de ventilación.

Gracias a la calculadora airborne.cam podremos hacer una sencilla evaluación de la situación de nuestro local, oficina, vivienda y, por lo menos, ser conscientes de en qué situación nos encontramos.

En todo caso, apóyese en profesionales en sistemas de ventilación o en los evaluadores de riesgos de sus empresas. Comprobará que el uso de estos equipos le permitirá asegurar la salud de los usuarios de las instalaciones comunes y podrá cuantificar sus riesgos.

A nivel personal nos hará ser más conscientes de la necesidad de cumplir, y exigir que se cumplan, las medidas de uso de mascarilla y distancia interpersonal para garantizar que no sufriremos contagios.